Aeonium Arboreum Atropurpureum

 

Aeonium Arboreum Autopurpureum es una planta suculenta, perteneciente a la familia Crassulaceae y al genero Aeonium, es un cultivar que se cree que se origino en las Islas Canarias. Es una planta crasa arbustiva de rápido crecimiento vertical. Las plantas adultas pueden llegar a superar el metro de altura y de diámetro, aunque generalmente se mantienen en dimensiones menores. Autopurpureum hace referencia al color purpura de sus hojas y Arboreum a la forma que desarrolla la planta al crecer, en forma de pequeño árbol.

 

 

 

Las plantas jóvenes tienen un tallo redondeado corto de color verde, pero a medida que se desarrollan los tallos se alargan y quedan al descubierto, presentando muescas en toda su longitud, son las cicatrices que dejan las hojas al caer. El tallo de las plantas adultas es grueso y de color marrón grisáceo, puede presentar ramificaciones. Las hojas se desarrollan en el extremo de los tallos formando rosetas, son gruesas y carnosas, ovaladas, mas anchas en los extremos y presentan generalmente un pequeño centro puntiagudo en el extremo superior de la hoja.

 

 

 

Las hojas exteriores son de color purpura oscuro que varia de intensidad dependiendo de la luminosidad y exposición solar, las hojas centrales son de color verde brillante, y las intermedias verdes con bordes mas o menos purpúreos. Las hojas exteriores miden alrededor de ocho centímetros de longitud y unos tres centímetros de anchura, tienen los bordes finamente dentados.

 

 

 

La planta florece de forma ocasional de mediados de invierno a mediados de primavera, las inflorescencias son grandes de forma piramidal y se desarrollan en los extremos de los tallos, las flores son pequeñas de color amarillo, atraen a insectos polinizadores beneficiosos para el jardín. Los tallos que han florecido mueren cuando finaliza la floración y las semillas ya han madurado.

 

 

Situación soleada o parcialmente soleada y luminosa, aunque prefiere un emplazamiento parcialmente sombreado en los meses mas calurosos del año. Suelo fértil, ligeramente húmedo, poroso y bien drenado, se adapta a distintos ph de suelo (ácido, neutro o alcalino). Es perfecta para cultivar en macetas y directamente en el suelo del jardin, en rocallas o formando borduras, en solitario, en grupos o en composiciones junto a otras plantas crasas o de similares condiciones de cultivo.

 

 

 

Riegos moderados y regulares en plantas jóvenes y recién trasplantadas, dejar secar un poco el sustrato entre riegos, las plantas bien establecidas necesitan menos riegos, suele ser suficiente un riego semanal en primavera y verano, y uno mensual en otoño e invierno, dependiendo de las temperaturas. En invierno prefiere muy poco riegos, la tierra debe permanecer seca con temperaturas bajas. Las plantas adultas y bien establecidas en el terreno pueden tolerar periodos de sequía.

 

 

 

Generalmente no necesitan podas, quitaremos las hojas secas de la parte inferior de la roseta y retiraremos los tallos muertos despues de la floración. Si los tallos crecen demasiado pueden cortarse (utilizaremos la parte superior con la roseta de hojas para conseguir nuevos ejemplares). Prefiere climas de temperaturas invernales moderadas, no inferiores a diez grados, no soporta el frió intenso ni las heladas.

 

 

 

Se reproduce fácilmente por esquejes de tallo y por división de mata en ejemplares adultos. Los tallos rotos que entran en contacto con la tierra generan raíces fácilmente, también podemos cortar el extremo de los tallos demasiado largos con unos cuantos centímetros de tallo (de diez a veinte centímetros) y su correspondientes rosetas de hojas, introduciremos una parte de los tallos en tierra y en unas semanas desarrollan raíces propias.

 

 

Aeonium Arboreum Atropurpureum es una planta resistente y fácil de cultivar, de poco mantenimiento. Son resistentes a ataque de insectos y enfermedades en condiciones adecuadas de cultivo. Sus principales problemas son la consecuencia de riegos inadecuados, drenajes insuficientes o temperaturas excesivamente frías. Para mantener las plantas sanas es imprescindible regular los riegos, evitando el encharcamiento y proporcionar a las plantas un drenaje perfecto. DIFICULTAD MUY BAJA.

 

 

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