Cactus Muerdago-Rhipsalis Baccifera
Rhipsalis Baccifera es una planta perenne originaria de Centroamérica y Sudamérica, este de México, Florida y zonas del Caribe. En sus orígenes crece sobre las ramas de los arboles es una planta «epifita», crece sin necesidad de estar sembrada en tierra. Desarrolla tallos largos y cilíndricos, al principio erectos que se vuelven colgante cuando crecen en longitud. Actualmente crece espontáneamente en América, África y el Caribe.
Rhipsalis Baccifera es una planta muy ramificada. Sus tallos son largos y delgados, pueden crecer cerca de cuarenta centímetros sin ramificar, son carnosos de color verde, tienen pocas areolas distanciadas entre si, los ejemplares jóvenes presentan areolas con pequeñas cerdas pero en los ejemplares adultos las cerdas desaparecen. Sus tallos ramificados pueden extenderse mucho llegando a medir varios metros de longitud. Son muy finos de alrededor de medio centímetro de diámetro.
Florece a lo largo de sus tallos exteriores, las flores son pequeñas de color blanco crema, de alrededor de medio centímetro de diámetro. Cuando las flores se marchitan se empiezan a desarrollar los frutos, son pequeños y redondos de color blanco, casi traslucidos, se parecen a los frutos del «muérdago» tan popular en navidad. Se le conoce coloquialmente como «Cactus Muérdago». Las semillas son pequeñas muy numerosas, de color negro. Suele florecer en primavera, pero puede hacerlo en otras épocas del año.
Prefieren emplazamientos luminosos, podemos cultivarlos en exterior en climas con temperaturas invernales moderadas, los situaremos en sombra parcial con sol filtrado, admiten algo de sol directo en las primeras horas del días. Evitar el sol directo del mediodía especialmente en verano con altas temperaturas, el sol puede ocasionar quemaduras en sus tallos. En interior situarlos en un lugar cercano a las ventanas donde reciban una buena luminosidad.
Utilizaremos un sustrato de plantación rico en nutrientes y arena para asegurar un buen drenaje, es aconsejable imitar sus condiciones naturales de cultivo. Originariamente se desarrollan sobre restos de hojas y material orgánico que se acumula entre los troncos y ramas de los arboles, así disponen de nutrientes que adsorbe de estos restos vegetales, están en un emplazamiento húmedo pero bien drenado donde el exceso de agua drena libremente. En cultivo utilizaremos un sustrato suelto, rico en turba y arena para facilitar el drenaje.
.
.
Son plantas muy resistentes a la mayoría de las plagas y enfermedades del jardin. Las babosas y caracoles en épocas húmedas pueden devorar en poco tiempo sus tallos. Ocasionalmente en condiciones de alta humedad pueden aparecer la cochinilla algodonosa. En este caso habrá que tratar los ejemplares con productos insecticidas específicos para su eliminación. El exceso de riego y acumulación de agua en el sustrato es su principal enemigo, vigilar el riego y el drenaje es esencial. DIFICULTAD BAJA.