Ficus Ginseng
Ficus Ginseng es una planta «creada», no existe con esas características en la naturaleza. Fue originada en los países asiáticos, especialmente en China. Se partió de la originalidad y forma de las raíces del «Ficus Retusa», estas raíces crecen gruesas y abultadas de forma natural bajo tierra, pero mediante especiales técnicas de cultivo se consiguió que engrosaran mas, resultando raíces irregulares con grandes abultamientos. La forma de estas raíces nos recuerda al «Ginseng», por lo que la planta resultante es llamada «Ficus Ginseng». Las raíces son extraídas del terreno dejando en el exterior la parte gruesa de las raíces de color marrón claro. Al estar expuestas en el exterior, las raíces van oscureciendo hasta conseguir la apariencia de corteza.
Al descubrir que podían dejar las raíces de forma aérea exhibiendo sus originales formas, experimentaron, cortando el tronco y todas las ramas y hojas, dejando un muñón, estimularon las raíces por medio de abonos para que se desarrollaran nuevas yemas, o injertaron las raíces con esquejes de «Ficus Microcarpa», consiguiendo de esta forma una nueva planta para la decoración, el «Ficus Ginseng» muy popular actualmente como planta de interior.
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Muchas veces se le utiliza como bonsai, pero en realidad no lo es, es un «falso bonsai». Las raíces son cultivadas principalmente en China, llegando a ser necesarios muchos años antes de que estén preparadas para injertar, cuando han conseguido raíces gruesas y atractivas se injertan con esquejes de ficus de hoja pequeña. En cada una de las raíces (ya con apariencia de tronco) suelen hacer uno o dos injertos, despues se efectuan repetidas podas para que la copa ramifique. Muchos de estos ejemplares destinados al mercado europeo, continúan su desarrollo en invernaderos en Holanda.
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Regar regularmente las plantas en primavera, y especialmente en verano con temperaturas altas, una o dos veces por semana. Prefieren que el sustrato permanezca ligeramente húmedo, pero nunca encharcado. Evitaremos que el agua sobrante del riego quede en contacto con la base de la maceta. En otoño e invierno distanciaremos los riegos, y estos serán mas ligeros, con menor cantidad de agua. Es recomendable no mojar demasiado las raíces aéreas o tronco de la planta, es perjudicial para ella que permanezcan durante mucho tiempo húmedas, lo que podría ocasionar pudriciones. Sin embargo agradece que pulvericemos sus hojas sobretodo durante el verano para incrementar la humedad ambiental, también en invierno para contrarrestar la sequedad que provoca la calefacción.
No le gustan las bajas temperaturas, por lo que es recomendable su cultivo en interior. Si los inviernos son fríos, solo podremos situarlos en exterior protegidos del sol directo, durante el verano. En climas con inviernos cálidos, con temperaturas invernales superiores a quince grados, las plantas pueden permanecer en exterior durante todo el año. Es aconsejable podar en primavera para mantener la forma y favorecer el nacimiento de nuevos brotes, en invierno solo podaremos para retirar tallos y hojas secas. El Ficus segrega una sustancia blanquecina cuando tiene una herida, se llama látex y es un cicatrizante natural, despues de la poda la planta desarrollara nuevos brotes y hojas.
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Es una planta muy resistente de bajo mantenimiento, puede verse afectada por cochinilla algodonosa, podemos retirarla con un paño húmedo, a continuación aplicaremos insecticidas específicos para su eliminación. También puede ser afectada por la araña roja en ambientes cálidos y secos. Solo podemos reproducir su parte aérea, mediante esquejes de sus tallos, aunque el resultado no sera un nuevo Ficus Ginseng, sino una joven planta de ficus retusa o microcarpa. Para conseguir una nueva planta de Ficus Ginseng tendremos que adquirirla ya que es una planta tratada e injertada, que no crece de forma natural como tal. DIFICULTAD BAJA.
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