Viburnium Lucidum-Viburnium odoratissimun
Originario de China, Japón e India. Arbusto de hojas de tamaño medio, verdes, brillantes y perennes, en otoño sus hojas cambian a un color rojizo. Planta muy resistente adecuada para setos y ejemplares solitarios. Flores blancas en primavera que nacen en ramilletes rosados antes de madurar.
Este tipo de viburnium puede llegar a crecer hasta cuatro o cinco metros de altura y a ocupar un espacio similar en anchura. Pueden llegar a ser arboles, pero es muy habitual cultivarlo en setos de menor altura. Es una planta muy utilizada en jardinería debido a su gran resistencia y versatilidad.
Florece en primavera o inicios de verano, sus flores son pequeñas y blancas dispuestas en racimos cónicos, sus frutos son pequeños, redondeados, rojos al inicio que tornan negros en su madurez. Prefiere exposiciones soleadas donde nos dará más flores. Tolera la sombra moderada pero en estas ubicaciones nos dará menos flores. Abonar al inicio de la primavera con abono orgánico y en primavera con abono mineral.
El viburnium puede soportar temperaturas frías, cuando bajan las temperaturas en otoño sus hojas se vuelven rojizas. Utilizaremos un substrato rico en materia orgánica pero bien drenado. Le gusta un suelo húmedo, regar de forma regular pero evitando los encharcamientos, los ejemplares jóvenes o recién trasplantados necesitan riegos más frecuentes, las dos o tres semanas después del trasplante son las más importantes para no olvidar el riego.
Es adecuada para jardines costeros ya que soporta la salinidad. Se puede utilizar para la formación de setos en zonas en que necesitemos más intimidad y como separador de ambientes creando densas pantallas vegetales. Queda perfecto como ejemplar aislado en cualquier rincón del jardín o la terraza. Adecuado para su cultivo en grandes macetas o jardineras.
Debe podarse regularmente si queremos mantener su forma, ya que es de rápido crecimiento. Si lo dejamos crecer libremente se hace muy grande. Podar al inicio de la primavera las ramas terminales, así conseguiremos más brotes nuevos y rejuvenecer la planta.
Durante el resto del año podar las ramas más largas y aquellas mal dirigidas. Podar en días soleados, evitar los meses más fríos y días lluviosos para para no dañar las plantas. Podar siempre por un nudo, un centímetro por encima de un par de hojas, al cabo de un tiempo surgen dos o mas brotes por cada corte efectuado.
Para su reproducción, podemos aprovechar los restos de poda del principio de primavera, prepararemos los tallos cortados para hacer esquejes de unos veinte centímetros de largo, quitaremos sus hojas inferiores y solo dejaremos algunas preferiblemente pequeñas en el extremo del tallo, cortaremos la base del esqueje de forma perpendicular para conseguir más superficie para la creación de nuevas raíces. Es muy importante mantener los esquejes húmedos hasta que desarrollen las raíces.
No suele ser atacada por muchas plagas. Es una planta muy rustica y de una gran resistencia, muy fácil de cultivar. GRADO DE DIFICULTAD MUY BAJA.
