Rosales Trepadores

Trepadores espinosos de hoja caduca, algunos de grandes flores y otros con flores en racimos,necesitan soporte. Casi todos están injertados sobre un pie de rosal más rustico, cuando se transplantan hay que tener cuidado de no cubrir la unión del injerto. Necesitan una poda fuerte cada final de invierno, cortando todas sus ramas y dejando en ellas de dos a tres brotes por rama, siempre cortar la rama de forma oblicua en dirección contraria al futuro brote, o lo que es lo mismo por encima de una hoja pero oblicuamente en dirección contraria a su situación (esto se hace así para prevenir que en caso de lluvia el agua  gotee sobre el nuevo brote y lo pudra.

Algunos florecen en primavera y otros más cerca de verano. Para que reflorezcan, volver a podar después de la primera floración, pero más suavemente, es decir cortar  la zona de las flores marchitas y por debajo del siguiente par de hojas.

Después de la poda del final de invierno es aconsejable abonar con materia orgánica tipo estiércol, mejor de alguna marca comercial,  ya que nos asegura que no transmitiremos enfermedades a nuestros rosales puesto que son compuestos de calidad (no así  los que no estén tratados o sin ningún tipo de control).

Los rosales en general suelen ser atacados por diferentes plagas, insectos como pulgones, orugas y hongos como oidio y roya suelen ser los más frecuentes, es importante combatir estas plagas lo más rápidamente posible, mediante productos de calidad, productos fitosanitarios, insecticidas mejor sistemicos contra insectos y fungicidas contra hongos.

Hay rosales trepadores de flores perfumadas, como por ejemplo el CRYSLEY IMPERIAL O PAPA MEILLAND ambos de color rojo, con un perfume muy intenso, otros con ramilletes de flores de tamaño medio como el polyantha PAUL SCARLET  también de color rojo, DOMAINE DE COURSON rosa claro punteado de rojo, o RIMOSA  de color AMARILLO muy decorativos.

Entre los rosales trepadores destacan los rosales BANKSIAE, son rosales especialmente decorativos cuando están en floración, sus flores son  muy numerosas, presentan flores blancas, rosas o amarillas. Hay diferentes cultivares en los cuales puede variar algo el tamaño de sus flores, aunque originariamente sin espinas algunos cultivares si las presentan, son rosales muy resistentes de hojas persistentes o semipersistentes, de crecimiento muy rápido incluso podría ser invasivo, hay que controlar mucho su tamaño mediante podas (existen ejemplares que cubren muchos metros ).

La poda de finales de invierno puede ser más fuerte si el rosal a alcanzado grandes dimensiones,  La poda posterior a la floración puede ser algo más suave,  podando parte de la longitud de las ramas más largas,  las flores marchitas suelen caer por si mismas.  Este tipo de rosales es muy resistente ante plagas, puede que le afecte algún pulgón en brotes tiernos y en emplazamientos sombríos si sería más probable el ataque de hongos como oídio y royas. GRADO DE DIFICULTAD BAJO.