Echinacea

 

La Echinacea es una planta perenne originaria de Norteamérica. Es una planta herbácea de tallos erectos, pueden medir de cuarenta a un metro de altura en la mayoría de las variedades. Sus hojas son alargadas, terminadas en punta, mas anchas por su punto medio, son de color verde oscuro y ásperas al tacto. Las hojas inferiores son bastante mas grandes que las superiores.

 

 

 

Las hojas pueden medir de ocho a quince centímetros de largo con anchuras de entre algo mas de un centímetro a diez. Florece en verano, sus flores son parecidas a las de las margaritas, son de mayor tamaño y tienen un centro cónico prominente. Las flores pueden ser de color rosa, purpura, amarillo o blancas. Entre las variedades mas cultivadas se encuentran la Echinacea Purpúrea, la Echinacea Pallida y la Echinacea Angustifolia.

 

 

Es una planta muy decorativa y ornamental, se cultiva también por sus propiedades medicinales. Queda perfecta en cualquier rincón del jardin, sembrada formando macizos de flor, como ejemplar aislado o en grupos, en la terraza queda muy decorativa cultivada en macetas.

 

 

 

Podemos cultivarla en una situación soleada o parcialmente soleada, sus flores duran mas tiempo en emplazamientos donde disponga de algunas horas de medio sol. Necesita un suelo rico en nutrientes, un sustrato rico en turba y algo de arena gruesa le facilitara su cultivo, ya que necesita un buen drenaje.

 

 

Es una planta fácil de cultivar, no necesita muchos cuidados. Riegos regulares durante la primavera y especialmente en verano, sobretodo los ejemplares jóvenes y recién trasplantados, las plantas bien enraizadas aguantan periodos de sequía. Resiste muy bien las temperaturas cálidas del verano.

 

 

En invierno puede resistir las heladas, parte de su parte aérea desaparece durante el invierno, para brotar de nuevo desde el suelo, con la subida de las temperaturas. Pueden vivir varios años, pero con el tiempo la planta se debilita y habrá que sembrar de nuevo, otros ejemplares.

 

 

 

Es recomendable sembrar las plantas en primavera, de esta forma, los ejemplares dispondrán del tiempo suficiente para establecer y desarrollar un amplio sistema radicular, antes de la llegada del verano, lo que nos facilitara enormemente su cultivo.

 

 

Si queremos sembrar varios ejemplares, es mejor respetar una distancia de plantación, de al menos cuarenta centímetros, para que las plantas dispongan del espacio y ventilación suficiente para su adecuado crecimiento. Si las sembramos demasiado juntas facilitaremos la proliferación de plagas, por falta de circulación de aire entre las plantas.

 

 

 

Antes de sembrar acondicionaremos el suelo de cultivo, incorporaremos materia orgánica al final del invierno, si el terreno esta empobrecido, podemos añadir estiércol para enriquecerlo, así mismo añadiremos una proporción de arena gruesa para facilitar el drenaje y mejorar la textura del suelo, en especial en suelos pesados y arcillosos.

 

 

Si la tierra del jardin esta en buenas condiciones, suele ser suficiente añadir una pequeña cantidad de sustrato de buena calidad a los pies y alrededor de las nuevas plantas para facilitar la creación de nuevas raíces. En macetas añadiremos tierra volcanica o gravas al fondo de los contenedores, y utilizaremos un sustrato de calidad rico en nutrientes.

 

 

 

En ejemplares ya establecidos, añadiremos algo de humus o algunos gránulos de abono completo de liberación lenta en primavera, para dar una nueva dosis de nutrientes a las plantas, tanto a las cultivadas directamente en el jardin como a las sembradas en macetas. Así promoveremos un mejor crecimiento y floración.

 

 

Es recomendable ir retirando las flores a medida que se vayan marchitando, cortaremos todo el tallo de la flor. En otoño e invierno iremos retirando las hojas secas, dejando solo las partes de la planta que no estén dañadas o secas, en ocasiones desaparece toda la parte aérea, que brotara de nuevo en primavera.

 

 

 

Se multiplica por semillas, es recomendable estratificar previamente las semillas, para ablandar su cubierta exterior y facilitar su germanización. Las colocaremos a media sombra, en macetas que contengan un sustrato rico en turba y arena. Las colocaremos en un lugar resguardado del frió. Colocar palitos finos o mallas sobre las macetas para evitar que pájaros o roedores se alimenten con ellas.

 

 

La Echinacea no solo se puede reproducir por semillas, también podemos reproducirla por esquejes de raíz y por división de mata. Los trozos de raíz deben tener al menos diez centímetros de largo, esta reproducción solo es efectiva si las raíces proceden de ejemplares adultos. La división de mata es mejor practicarla en otoño, cuando las temperaturas no sean excesivamente bajas.

 

 

 

La Echinacea es considerada una planta medicinal, de ella derivan preparados que estimulan el sistema inmunológico humano, estimulando nuestras defensas, se le atribuyen propiedades antisépticas, cicatrizantes y antiinflamatorias. Se realizan estudios sobre su influencia en procesos tumorales y antioxidantes. Los componentes utilizados proceden de la raíz, así como de otras partes de la planta. La Echinacea es una planta resistente que no suele ser atacada por plagas o enfermedades, siempre que le proporcionemos un buen drenaje, ya que es muy sensible al exceso de humedad en el sustrato. DIFICULTAD BAJA.

 

2 comentarios sobre “Echinacea

  • el 7 mayo, 2021 a las 6:58 pm
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    tengo unas semillas de equinacea que he cortadao en el jardin botanico en septiembre del pasado año
    Quiero sembrarlas pero no se como hacerlo
    He de separar las semillas?

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    • el 27 mayo, 2021 a las 1:19 pm
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      Siembre las semillas de finales de invierno a principios de verano. Utilice un sustrato de calidad y coloque las semillas cubriéndolas ligeramente, mantenga las macetas en un emplazamiento parcialmente sombreado con el sustrato ligeramente húmedo.

      Respuesta

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