Amarilis-Hippeastrum
Loa Hippeastrum o Amarilis son plantas bulbosas perennes pertenecientes a la familia Amarydaceae y al genero Hipeastrum. Las plantas se desarrollan a partir de grandes tubérculos subterráneos. Existen numerosas variedades de Amarilis que provienen de condiciones ambientales muy diversas. Proceden en su mayoría de zonas tropicales y sudtropicales del centro y sur de América y del Caribe. Son plantas muy apreciadas para la decoración del hogar, tanto como planta de interior, como planta de exterior.
La planta surge de un bulbo grande y redondeado, de donde surgen hojas verdes y alargadas, planas y gruesas. En época de floración surgen unos tallos verdes gruesos en cuyo extremo crece una especie de punta de lanza redondeada, estos tallos crecen verticalmente por encima de sus hojas, con el tiempo la especie de lanza se habré y surgen de ella varias flores grandes en forma de campana que miran todas ellas hacia el exterior del tallo de forma horizontal.
Sus flores pueden ser de colores muy variados, naranja, blanco, rosa, rojo, salmón e incluso dibujadas de varios colores a la vez. Florece en primavera y principios de verano, pero podemos encontrar bulbos en floración durante el invierno, especialmente en fechas cercanas a la navidad, son bulbos forzados para la decoración de nuestros hogares. Podemos sembrar los bulbos en otoño en macetas solo algo mayor que ellos sin enterrarlos por completo, utilizaremos un sustrato rico en humus y arena.
En el jardin podemos cultivar en macetas y jardineras y podemos colocarlos en situaciones de sombra parcial muy luminosa, incluso admite algunas horas de sol directo durante la primavera, queda muy bien sembrada en compañía de otras bulbosas y enredaderas de flores grandes.
Para florecer necesita un ambiente cálido por eso suele florecer en primavera o al principio de verano. Aunque no es necesario, es recomendable abonar durante los meses de crecimiento y hasta que las hojas amarilleen. Necesitan un periodo de descanso de al menos dos meses, sin riego ni abono para volver a florecer.
Como toda bulbosa necesita una tierra rica, suelta pero especialmente con un excelente drenaje, si no es así los bulbos se dañan y pueden podrirse. Tenemos que asegurarnos que la tierra permanece humedad antes y durante la floración. Hay que evitar» los pies húmedos», es decir que el agua sobrante del riego o de la lluvia no quede en contacto con la base de la maceta o jardinera, imprescindible que el agua no quede retenida en el sustrato de plantación.
Pueden verse atacadas por cochinillas, ácaros y caracoles y babosas que devoran sus hojas, tratar con productos específicos. Pero su principal enemigo es el exceso de agua que provoca deterioros y pudriciones en el bulbo. Se multiplica por semillas o por separación de bulbitos que crecen a su alrededor, trasplantandolos en macetas individuales. GRADO DE DIFICULTAD MEDIO.