Cyclamen persicum Mini
El cyclamen mini tiene su origen en Persia, Grecia y oriente medio, también crece en los Alpes. Popularmente se le conoce como cyclamen, violeta de los Alpes, violeta de Persia. Aunque no es propiamente dicho una planta bulbosa, si nace de un tubérculo oscuro y achatado por su base de donde una vez sembrado, surgen sus hojas redondeadas terminadas en punta, son verdes más o menos dibujadas con lineas generalmente grises. También surgen directamente del tubérculo tallos largos carnosos y cilíndricos en cuyos extremos se desarrollan sus flores.
Las flores pueden ser de colores muy diversos blancas, rosas en diferentes tonos, lilas o moradas, rojas y de colores jaspeados de rosa y blanco, cada año aparecen nuevos ejemplares con nuevos tonos. Estas son muy originales tienen sus pétalos crecen hacia arriba replegados, no extendidos. Sus hojas muy decorativas también, están dibujadas con colores plateados o grisáceos sobre fondo verde con diferentes grados de intensidad.
Exposición soleada o sombra parcial, si la cultivamos en lugares más calurosos es mejor situarla a media sombra, donde sus flores serán de más calidad. Como planta de interior debemos cultivarla en lugares bien iluminados y lejos de fuentes de calor, mejor en habitaciones sin calefacción. Le gusta humedad por lo que podemos situarla sobre un plato o cubre macetas con piedra volcánicas o pequeñas bolas de arcilla impregnadas en agua, evitar que el agua acumulada en el plato toque la base de la maceta, ya que el exceso de humedad provocaría la pudrición del tubérculo.
Podríamos conserva estas plantas durante algunos años, pero muchos de ellos no resisten el periodo estival, sobretodo si están ubicados en zonas con veranos muy calurosos. Si queremos intentar conservarlos de un año para otro es mejor no regarlos mucho durante el verano, ya que se encuentran en un periodo de reposo. También podemos intentar desenterrar los tubérculos y conservarlos en un lugar seco y fresco hasta que sea el momento de volver a sembrarlos, mediados o finales de verano.
Es una planta de hoja caduca, pero al contrario de la mayoría de plantas, esta pierde parte de sus hojas o su totalidad en verano con temperaturas altas. En verano entra en reposo. Los tubérculos son muy propensos a ataques fungicos, si sobreviven a estos suelen tener que desecharse al cabo de unos años puesto que se agotan y pierden poder para germinar.
Es una planta con gran resistencia al frió, lo que le da un valor añadido ya que no son muchas las plantas de largas floraciones durante el otoño e invierno, en climas con inviernos fríos. Florece abundantemente desde inicios de otoño hasta finales de invierno, su floración se va debilitando a medida que suben las temperaturas.
En invierno, aunque aguanta temperaturas bajas, es mejor que este resguardada de las heladas ya que están dañarían sus flores y hojas. Si la cultivamos en maceta mejor situarla bajo un porche o voladizo. Si la sembramos sobre el terreno cubrirlas con un velo de hibernación si hay riesgo de heladas.
Su riego debe ser moderado, siempre que sea posible es mejor regar la planta por la base, pero es muy importante quitar el agua restante al cabo de un rato, ya que si no lo hacemos seria muy perjudicial para el cyclamen. Si la regamos por arriba intentaremos no mojar las flores y las hojas para que no se dañen, ya que se pudren con mucha facilidad.
Prefiere un suelo rico, suelto pero bien drenado. Hay que retirar las flores y hojas marchitas. Si queremos intentar conservar la planta para el próximo año, no debemos dejar que las flores fructifiquen porque muy a menudo la formación de frutos agotan totalmente la planta. Por el contrario, si lo que queremos es intentar reproducirla por semillas, dejaremos solo algunas de las flores más grandes y sanas para que fructifiquen.
Podemos abonar con abono de larga duración, pero con cuidado de que las bolas de abono no toquen directamente el tubérculo del cyclamen , ya que lo podría dañar, es mejor enterrar el abono en el borde de la maceta para asegurar que se libera lentamente sin dañar a la planta. También podemos abonar con abono mineral liquido cada quince o veinte días, utilizaremos un abono rico en fósforo y potasio para una floración más abundante y de mejor calidad. Puede reproducirse por semillas. Su principal enemigo es el exceso de humedad ya que los tuberculos se pudren muy facilmente. GRADO DE DIFICULTAD MEDIO
