Dalia-Dahlia

 

Las Dalias  son originarias de México y Centroamérica, son plantas herbáceas con raíces tuberosas, muchas veces agrupadas junto a plantas bulbosas. Hay muchas variedades con hojas y flores en tamaños distintos, y alturas muy diversas. Hay variedades muy compactas y otras mas arbustivas de mas de sesenta centímetros de altura.

 

 

 

Sus hojas son verdes alargadas, terminadas en punta, con bordes aserrados. Sus flores pueden ser simples, dobles y en pompom con multitud de pétalos, el numero y forma de los pétalos varia según las variedades. Florece desde mediados de primavera hasta el otoño, dependiendo de las temperaturas del clima donde las cultivamos. Con temperaturas muy elevadas deja de florecer para reanudarla al final de verano cuando las temperaturas se suavizan.

 

 

 

Sus flores son muy bonitas en colores vivos y brillantes, flores blancas, amarillas, naranjas rosas, rojas, en distintos tonos, y flores con varios colores en la misma flor. Suelen crecer reunidas en tallos terminales, sobresaliendo por encima de las hojas. Para conseguir mas flores es recomendable suprimir las flores a medida que se van secando.

 

 

Algunas variedades presentan pétalos mas finos y alargados como las Dalias Cactus, las variedades simples tienen menor numero de pétalos, se asemejan mas a las flores de las margaritas. Otras variedades con flores mas compactas y pétalos mas redondeados, como las variedades pompom, cuyas flores están compuestas por multitud de pétalos creando formas casi esféricas.

 

 

 

Hay que cultivarlas en zonas soleadas para que puedan crecer y florecer adecuadamente. podemos cultivarlas en el jardin o en macetas y jardineras. Plantar los tubérculos a finales de invierno, si las cultivamos en climas con inviernos fríos, es mejor cultivar en macetas, para poder proteger fácilmente las plantas de las heladas tardías. Es importante seguir las instrucciones del proveedor de bulbos, cada variedad necesita una profundidad de siembra diferente para crecer y desarrollarse sin problemas.

 

 

 

Hay que plantar los tubérculos con la parte pilosa hacia abajo, ya que es donde se desarrollaran las nuevas raíces. Si queremos sembrar varios ejemplares, debemos respetar una distancia de plantación entre ellos, si los sembramos demasiado juntos las plantas crecerán apiñadas, sin circulación de aire entre ellas, y presentaran mas fácilmente ataques de hongos.

 

 

 

Necesita un sustrato rico en nutrientes, es esencial un buen drenaje, para que los tubérculos no acumulen demasiada humedad, ya que seria nefasto para ellos. Al final de invierno aplicaremos materia orgánica, tipo humus o guano al lecho de plantación de los tubérculos. Cuando empiezan a brotar podemos pinzar el extremo de sus tallos para que se formen nuevos brotes.

 

 

 

En época de crecimiento, durante la primavera y el verano, aplicaremos abonos líquidos minerales, especiales para plantas de flor, disueltos en el agua de riego dos veces al mes. Las plantas de flores necesitan estar bien nutridas para florecer abundantemente, un abono rico en fósforo y potasio es muy recomendable. Si queremos flores mas grandes dejaremos solo un capullo por rama sacrificando los capullos laterales.

 

 

 

Hay que regar moderadamente, sin excedernos en la cantidad de agua, aumentaremos los riegos a medida que vayan subiendo las temperaturas, e iremos distanciándolos al final del verano. No les gustan las temperaturas frías. Podemos desenterrar los tubérculos durante el invierno, sobretodo si los cultivamos en climas con inviernos muy fríos, en la mayoría de climas podemos mantener las plantas sembradas, pero durante el invierno suelen perder sus hojas o parte de ellas.

 

 

 

Para guardar bulbos esperaremos al final de otoño, sus hojas empiezan a amarillear es el momento de cortar el resto de su vegetación y extraer los tubérculos, los secaremos y los limpiaremos de impurezas y restos de tierra, los guardaremos hasta el final de invierno, en un lugar seco y oscuro. Al cabo de algunos años su floración decae.

 

 

 

Se reproduce por división de los tubérculos, por esquejes y semillas. Podemos aprovechar los restos de poda de los primeros brotes de primavera para multiplicarla, también en verano es aconsejable recolectar esquejes para su reproducción. Antes de plantar los tubérculos al final de invierno, podemos dividirlos para conseguir nuevos ejemplares. Por semillas es mejor en primavera.

 

 

 

Las Dalias son propensas a sufrir ataques de hongos tanto en sus raíces como en su vegetación, por eso es muy importante un sustrato bien drenado y un  riego moderado, también una buena ventilación entre plantas, para no facilitar los ataques fúngicos.

 

 

 

Los pulgones, orugas, caracoles y babosas son otras de las plagas que las pueden atacar. Habrá que prevenir y curar con productos fungicidas y insecticidas. Los ataques fúngicos de raíces suelen dañar seriamente a las plantas, siendo aconsejable su desecho. DIFICULTAD MEDIA.

 

 

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