Rosal arbustivo

 

Los rosales arbustivos son muy populares, se cultivan en especial por la belleza de sus flores, que según la variedad pueden ser simples o dobles y en algunos ejemplares compuestas de infinidad de pétalos. La mayoría de ellos están injertados sobre pies de rosales mas fuertes y rústicos.

 

 

Son plantas generalmente de hoja caduca o parcialmente caduca, dependiendo de la variedad y del clima invernal donde los cultivemos. Hay variedades con rosas especialmente aromáticas, que llenan el rincón del jardin o la terraza de un maravilloso aroma.

 

 

La mayoría de los rosales arbustivo empiezan a florecer durante la primavera, cuando las temperaturas empiezan a subir y los días se alargan proporcionando mas luz y calidez a las plantas. Hay rosales arbustivos de flores grandes, que suelen surgir en los extremos de los tallos de forma solitaria, suelen ser rosas de tamaño mayor, aunque nos darán menos cantidad de flores.

 

 

la mayoría de rosales arbustivos son reflorecientes durante las estaciones cálidas. Otras variedades de rosales arbustivos suelen darnos gran cantidad de flores pero de tamaño menor, dentro de este grupo se encuentran los rosales paisajísticos, con hojas de menor tamaño, y flores mas pequeñas, crecen agrupadas y su floración suele ser mas abundante.

 

 

Hay rosales de flores rojas, rosas, amarillas, naranjas y blancas, en diferentes tonos. También han ido surgiendo variedades de rosales híbridos, de colores especialmente atractivos, los rosales grandiflora de flores lilas, negras, o bicolores, de amarillo y naranja, y rojo y blanco o amarillo.

 

 

 

Todas las variedades son muy bonitas, las clásicas y las de reciente creación, proporcionando un amplio surtido para cada gusto. Entre las variedades clásicas y perfumadas destacan, Chrisler Imperial y Papa Meilland rosales de grandes flores rojas y un aroma exquisito.

 

 

Otra de estas variedades son Queen Elisabeth de grandes flores rosas de color vivo o blancas, Nort Pole de un color blanco Puro, el rosal Black Bacara de capullos casi negros, una rosa que permanece durante mucho tiempo en forma de capullo, secándose sin llegar a desojar.

 

 

Muchas otras variedades como Lady X o Charles De Gaulle de un suave color lila, son rosales de flores delicadas y tonos especialmente originales. Pau Casal un precioso rosal blanco o Alba Garcia con flores blanco puro y un suave aroma.

 

 

 

Los rosales arbustivos necesitan una situación soleada para florecer y crecer adecuadamente, es aconsejable proporcionarles una tierra de cultiva de calidad rica en materia orgánica y con un buen drenaje. Podemos cultivarlos directamente en el suelo del jardin o en macetas, para patios y terrazas.

 

 

Todas las variedades son muy bonitas y decorativas, hay variedades de diferentes características, mayor o menor altura, mas compactos, con diferentes tamaños de hoja, y flores en distintos tamaños, colores y formas. Algunos mas reflorecientes que otros, o con floración mas o menos numerosa.

 

 

Sin embargo los cuidados esenciales para su cultivo son muy similares, a pesar de la gran variedad de rosales arbustivos con los que nos podemos encontrar. Al ser plantas generalmente injertadas, debemos tener la precaución de no cubrir la zona del injerto con tierra cuando los trasplantemos, para que no empiece a crecer el rosal del pie donde se ha injertado la nueva variedad.

 

 

 

Es necesario dejar un espacio de al menos tres o cuatro dedos entre la base inferior del injerto, (abultamiento), hasta la superficie de la tierra de plantación, para que toda la energía acumulada en las raíces valla directamente al rosal injertado, si en algún momento surgen tallos por debajo del injerto, deberán ser eliminados.

 

 

Hay que regar los rosales regularmente, sobre todo en épocas de crecimiento durante la primavera y el verano. Los ejemplares cultivados en macetas y los recién trasplantados necesitan riegos mas frecuentes, a medida que las temperaturas bajen a mediados de otoño habrá que ir distanciando los riegos, en invierno necesitan poco riego, sobretodo las plantas cultivadas directamente en el suelo del jardin.

 

 

A finales de febrero, es aconsejable añadir materia orgánica alrededor de los rosales, un estiércol bien compostado es una buena elección, rastrillar la tierra o cavar ligeramente para que al regar penetre fácilmente hasta las raíces, mas adelante durante la primavera podemos añadir abonos granulados específicos.

 

 

 

Al final de febrero practicaremos una buena poda dejando al menos dos o tres yemas por tallo, cortaremos de forma oblicua procurando que la parte inferior del corte caiga hacia el lado contrario de la yema de brotación, así evitaremos que en caso de lluvia el agua se acumule en el futuro brote y pudra la yema.

 

 

A medida que las flores se vayan marchitando es aconsejable retirar las flores, es mejor cortar varios nudos bajo ellas, es decir no solo cortar la flor, cortar por encima de un par de hojas, pero eliminando dos pares de hojas con la flor o flores marchita, así activaremos el crecimiento de nuevos brotes que en la mayoría de variedades nos volverán a dar flores.

 

 

 

La mayoría de rosales se reproducen fácilmente por esquejes, algunos híbridos suelen ser mas difíciles de reproducir ya que son variedades injertadas. Podemos aprovechar los restos de poda para hacer esquejes, cortar trozos de tallo de al menos treinta centímetros de largo, retirar todas las hojas de las dos terceras partes inferiores del esqueje, humedecer los extremos inferiores en agua y pasarlos ligeramente por polvos de enraizamiento.

 

 

Preparar unos contenedores con sustrato esponjoso, rico en turba y con un buen drenaje, practicar un orificio en el sustrato e introducir al menos dos terceras partes del tallo, apretar la tierra a su alrededor mantenerlo húmedo hasta que enraicé, colocar las macetas a sombra parcial. Necesitan varios meses para desarrollar raíces.

 

 

Los rosales arbustivos suelen ser atacados por pulgones y orugas, se tendrán que aplicar productos insecticidas específicos para su control y erradicación, deberemos aplicar al atardecer, ya que se suelen aplicar en pulverización y podrían producir manchas y quemaduras en las hojas si los aplicamos a pleno sol.

 

 

Frecuentemente sufren ataques de hongos, los mas frecuentes son el «oídio», manchas grises blanquecinas sobre las hojas, la «roya», manchas de color naranja sobre y bajo las hojas, y manchas negras redondeadas, al igual que en el tratamiento de insectos, tendremos que aplicar fungicidas específicos para su tratamiento. DIFICULTAD BAJA.