Pinus Pentaphylla Bonsai
Pinus Pentaphylla es un árbol perenne perteneciente a la familia Pinaceae, es originario de Japón. Su nombre «Pentaphylla» hace referencia a sus hojas también llamadas Acículas, que se encuentran agrupadas en grupos de cinco. Pinus Pentaphylla en su habitad natural crece en lo alto de las montañas, cultivado como bonsai, en ocasiones se encuentra injertado sobre un pie de Pinus Thunbergii que suele ser mas resistente y vigoroso.
El tronco principal y las ramas principales presentan la corteza de color marrón grisácea, con la edad, la corteza presenta fisuras longitudinales que llegan a provocar el desprendimiento de algunas partes de la corteza, mostrando tonos grisáceos, marrones y negruzcos. La corteza de los tallos mas jóvenes es mas clara y uniforme.
Las hojas o «acículas» son muy delgadas, largas y finas, ligeramente puntiagudas, son de color verde intenso y se encuentran envainadas en grupos de cinco, como su nombre indica «penta» que significa cinco y «phylla» que significa hoja.
Situación exterior y luminosa, sombra parcial e incluso sombra luminosa en verano, con temperaturas muy altas, no es adecuado para cultivar en interior. Aunque la mayoría de bonsais deben trasplantarse a menudo, Pinus Pentaphylla es una planta de crecimiento muy lento, por lo que no necesita trasplantes tan frecuentes como otras especies de bonsais, cada tres o cuatro años, a finales de invierno, suele ser suficiente, sobretodo en ejemplares adultos.
Utilizaremos una tierra especialmente formulada para el cultivo de bonsais, que contiene distintos tipos de sustratos, materiales orgánicos y abonos, que aseguran una optima aireación de raíces, retención de agua y abono suficiente, para el correcto desarrollo de los ejemplares. Los amantes de bonsais suelen preparan sus propias mezclas.
Pinus Pentaphylla debe abonarse en primavera y especialmente en otoño, en invierno y en verano no necesitan mucho abono. Riegos regulares, mas frecuentes en primavera y verano con altas temperaturas, dejar secar ligeramente el sustrato entre riegos. Es imprescindible que el sustrato drene perfectamente para evitar ataques de hongos y pudriciones. No regar en exceso. Necesita humedad ambiental alta durante todo el año.
Los ejemplares se pinzan en primavera para mantener la copa en equilibrio, los nuevos brotes se pinzan con los dedos, cuando aun no se han desplegado las hojas. Si es necesario podemos efectuar pequeñas podas en invierno, si se podan tallos gruesos se sellaran con pasta cicatrizante. A finales de invierno cuando se trasplante, podemos podar las raíces antes de incorporarlo en un nuevo sustrato y aplicar un abono vigorizante especifico para bonsais. Alambrar los tallos de otoño a principios de primavera, para corregir su posición.
Pinus Pentaphylla se adapta a distintos rangos de temperatura, puede resistir temperaturas frías invernales e incluso heladas ocasionales, pero si son continuas conviene resguardar los ejemplares. También se adapta a temperaturas calurosas, siempre que cuente con riegos regulares y alta humedad ambiental.
Es necesario revisar las plantas con frecuencia para detectar la aparicion de posibles plagas, como cochinillas, pulgones, mosca blanca o ácaros, y poder tratar los ejemplares con insecticidas específicos al inicio del problema. Frecuentemente los principales problemas con los bonsais son ocasionados por riegos excesivos o pobres, falta de humedad ambiental o un sustrato inadecuado, que puede provocar pudrición de raíces. DIFICULTAD MEDIA.