Clavel de Aire-Tillandsia Bergeri
La Tillandsia Bergeri es una variedad de las plantas conocidas como «Clavel de Aire», es una planta epifita, no necesita tierra para vivir, esta planta crece en su habitad natural entre las grietas de las rocas de granito. Es originaria de Sudamérica concretamente de Argentina, donde se desarrolla de forma natural en climas con inviernos cálidos con alta humedad ambiental.
Son plantas que no disponen de raíces, en sus lugares de origen para sujetarse a las ramas de los arboles o a las grietas de las rocas, utilizan el extremo inferior de sus tallos, lo que parecen raíces, son estructuras vegetativas que le permiten anclarse. Si las cultivamos fuera de su habitad natural estos extremos se sujetan con finos alambres para poder colgar las plantas de arboles, voladizos o estructuras elevadas.
Esta variedad de Tillandsia se desarrolla rapidamente ya que crece durante todo el año, no únicamente en primavera y verano como otras variedades de Tillandsias. Sus tallos crecen apretados formando masas redondeadas muy originales y atractivas. Sus hojas son de color verde grisáceo, de forma alargada y triangular, gruesas y rígidas terminadas en punta.
Las hojas crecen rodeando el tallo, formando rosetas, superpuestas unas sobre otras curvándose hacia el exterior. Los plantas adultas pueden llegar a medir mas de cincuenta centímetros de diámetro creando en su conjunto formas redondeadas de gran diámetro.
Florece en primavera o principios de verano, sus flores están unidas a un largo tallo que sobresale de la roseta de hojas, pueden ser de color violeta o azul, tienen el centro de color amarillo y brácteas ligeramente rosadas. Algunos ejemplares cultivados a la sombra puede que no florezcan durante largo tiempo, necesitan exposiciones soleadas para florecer. Los ejemplares adultos compuestos de numerosas rosetas desarrollan multitud de varas florales que crecen en todas direcciones si los cultivamos en un lugar adecuado.
Prefiere un emplazamiento luminoso de sombra parcial a pleno sol, dependiendo del clima del lugar de cultivo. Las plantas cultivadas en exposiciones soleadas florecen abundantemente, en situaciones demasiado sombrías pueden tardar mucho en florecer o no hacerlo, si el clima es muy caluroso es mejor situar las plantas en sol tamizado.
Podemos cultivarla en exterior o como planta de interior. En exterior no necesita abono, ya que se alimenta por restos de materia orgánica que el viento arrastra hasta ella, pero en interior es recomendable proporcionarle un poco de abono de vez en cuando, muy diluido, para nutrirla.
Necesita humedad para desarrollarse correctamente por lo que es recomendable pulverizar sus hojas si el ambiente es seco y caluroso, si la planta presenta un aspecto seco es conveniente sumergirla durante un rato en agua, a ser posible en agua de lluvia o agua mineral embotellada para que se hidrate. Si el ambiente es húmedo bastara rociar la planta con agua de vez en cuando, al menos una vez a la semana, especialmente en condiciones de altas temperaturas.
No necesita poda, pero en ocasiones hay que eliminar restos de materia orgánica que se acumulan sobre la planta, o algún tallo estropeado o seco. Con el paso del tiempo, es recomendable dividir la planta. Crecen rapidamente comvirtiendose en formas redondeadas muy grandes y pesadas, sera conveniente añadir un alambre mas grueso para que pueda mantener el peso de las Tillandsias mas grandes, especialmente en épocas de fuertes vientos que pueden derribar las plantas con facilidad.
En climas con temperaturas moderadas podemos cultivarlas en sol directo donde florecerán abundantemente, si las temperaturas son altas agradecen situaciones de sol tamizado. En climas fríos es mejor mantenerla en interior especialmente durante el invierno, no resiste las temperaturas excesivamente frías ni las heladas.
En su país de origen pueden llegar a ser plantas invasivas al no necesitar tierra para vivir, pudiendo anclarse en cualquier soporte para poder desarrollarse. Las n obtienen los nutrientes de pequeñas partículas de material orgánico que son arrastradas por el aire hasta la planta, esta dispone de «tricomas» unas estructuras muy pequeñas que se desarrollan en sus hojas y se encargan de asimilar los nutrientes y el agua.
Se reproduce por división, para ello separaremos una porción de la planta adulta. En ejemplares grandes podemos dividir la planta en dos, o separar alguna de sus rosetas, y con la ayuda de un alambre colgarla en una rama de un árbol o cualquier estructura elevada para que la planta se desarrolle, al cabo de algún tiempo se convertirá en una gran esfera de rosetas. Es una planta muy fácil de cultivar, especialmente resistente a las plagas típicas del jardin y la terraza. DIFICULTAD BAJA.