Archontophoenix
Archontophoenix es una planta perteneciente a la familia Arecaceae, es originaria del sur y este de Australia. Es una palmera muy elegante, de tronco delgado y simple de color grisáceo que presenta anillos circulares en la parte inferior. Puede crecer hasta veinte metros de altura pero en cultivo no suele superar los quince metros, su tronco puede medir cerca de veinte centímetro de diámetro en ejemplares adultos. En sus países de origen Archontophoenix crece en zonas boscosas y húmedas, en colinas y cerca de arroyos, en alturas próximas a novecientos metros de altitud.
Las hojas son muy grandes y pinadas de aspecto plumoso, están compuestas por un gran numero de folíolos alargados y estrechos que crecen a ambos lados de un eje central alargado. Las hojas son de color verde vivo tanto en el haz como en el envés, como en Archontophoenix Cunninghamiana, pero existen variedades con hojas de envés mas claro, como Archontophoenix Alexandrae. Algunas hojas son curvadas pero otras son de crecimiento casi vertical, no presentan espinas.
Las inflorescencias son grandes y colgantes muy ramificadas, se desarrollan bajo el «capitel» que es la parte superior del tronco o «estilete» de la palmera, el capitel es de color verde y esta formado por vainas o fundas vegetales. Las flores son pequeñas de color violáceo, blanco o crema dependiendo de la variedad, crecen en tallos de color crema. Las plantas cultivadas en zonas cálidas apropiadas pueden florecer y dar frutos en cualquier época del año, si las temperaturas no son bastante altas puede que no florezca.
La planta presenta flores masculinas y femeninas, es una especie monoica, las flores femeninas se sitúan en el centro de la inflorescencia y las masculinas en los laterales. Cuando las flores se polinizan se convierten en frutos pequeños y redondeados de color rosado o rojo brillante cuando maduran, son muy atractivos para los pájaros. Existen distintas variedades de Archontophoenix entre ellas destacan Archontophoenix Alexandrae de flores blancas o crema y hojas de color mas claro por el envés y base de tronco ensanchado, y Archontophoenix Cunninghamiana con flores violetas inflorescencias mas largas y base sin ensanchar.
Es una planta adecuada para cultivar en jardines privados y espacios públicos, en solitario o en pequeños grupos. Situación luminosa y soleada, o parcialmente soleada especialmente en climas secos. Suelo fértil rico en nutrientes y bien drenado, evitar el suelo salino. Si el suelo es alcalino es necesario aportar microelementos, en especial hierro para que la planta no presenten deficiencias. Es recomendable plantar en su lugar definitivo, es muy sensible o los trasplantes. Abonar regularmente a principios de primavera para enriquecer la tierra, también podemos aplicar un abono de liberación lenta en gránulos en otoño. Riegos regulares, mas abundantes especialmente en verano con temperaturas altas. Es necesario mantener el suelo ligeramente húmedo, necesita bastante agua, no resiste la sequía que puede estropear su vegetación.
Archontophoenix no necesita podas, para mantener su buen aspecto podemos cortar las hojas estropeadas o secas, pero no suele ser necesario porque caen por si mismas. Es aconsejable proteger las plantas de los vientos fuertes que pueden dañar seriamente sus hojas. No les gusta el frió, especialmente la variedad «Alexandra», solo resisten algunos grados bajo cero puntualmente por un corto periodo de tiempo. Las heladas son muy perjudiciales estropean la vegetación y las plantas tardaran tiempo en recuperarse si son leves. Es una planta adecuada para climas de temperaturas invernales cálidas o moderadas y tropicales. Las plantas jóvenes necesitan protección en inviernos con temperaturas frías. Puede adaptarse a interiores muy luminosos y a grandes invernaderos.
Se reproducen fácilmente por semillas, sembrar las semillas en macetas con sustrato suelto y esponjoso rico en turba, cubrirlas parcialmente con plástico y mantener la tierra húmeda colocando las macetas en un lugar con altas temperaturas, pasados de entre uno y tres meses las semillas germinaran. Cuando las plantas tengan una cierta altura podrán ser trasplantadas a macetas de tamaño superior. Las plantas cultivadas en climas apropiados se reproducen por si mismas, la mayoría de semillas que caen al suelo germinan si encuentran condiciones favorables.
Las palmeras Archontophoenix puede ser atacadas por plagas de insectos y orugas que pueden deforman sus hojas, necesitan tratamientos insecticidas específicos para controlar y eliminar las plagas. Es una planta fácil de cultivar de poco mantenimiento, en climas de temperaturas cálidas y húmedas. DIFICULTAD MEDIA dependiendo del clima de cultivo.