Westringia Fruticosa
La Westringia es una planta arbustiva originaria de Australia. Es una planta muy ramificada de crecimiento redondeado, tiene numerosas hojas pequeñas y alargadas parecidas a las del romero de color verde grisáceo, su envés es más claro incluso plateado. Las flores aparecen a lo largo de los tallos en las axilas de sus hojas, son blancas a azul pálido, y en alguna variedad de color rosa palido. Florece en primavera y verano.
Es un arbusto muy resistente, aguante el viento y el aire salino. Es de rápido crecimiento, puede alcanzar una altura de metro y medio, pero en la mayoría de ejemplares se controla su altura mediante podas. Es una planta adecuada para su cultivo en jardines creando setos o como ejemplares aislados, también podemos cultivarlas en macetas o jardineras.
Ha de cultivarse en exposiciones soleadas, necesita un suelo suelto, rico en materia orgánica y con un buen drenaje. Es una arbusto adecuado para cultivar en climas con inviernos suaves, es ideal para jardines costeros en climas mediterráneos. Sus flores atraen a abejas y pájaros.
Antes de plantar, añadir algo de abono orgánico al terreno de plantación, asegurarnos de que tiene un buen drenaje añadiendo algo de arena, piedras pequeñas o grava en el fondo del hueco. Si lo cultivamos en macetas, colocaremos una capa de grava volcanica o bolas de arcilla en el fondo para asegurarnos un buen drenaje.
En ejemplares ya establecidos, al final de invierno añadiremos abono orgánico, estiércol, humus, guano… sobre la tierra de cultivo, moveremos algo la tierra para que al regar los elementos de nutrición lleguen rapidamente a las raíces, favoreciendo el nacimiento de nuevos brotes. Mas adelante durante la primavera, aportes de abono mineral mensualmente, pueden ser aconsejables.
No le gusta mucho el frió, pero aguanta inviernos con temperaturas ocasionales de algún grado bajo cero, en estos casos pierde parte de sus hojas, pero suele rebrotar en primavera, siempre que las heladas invernales hayan sido moderadas y no muy frecuentes.
Esta planta tiende a crecer de forma redondeada por si misma, por lo que no necesita de muchos cuidados, ni podas, aun así las admite muy bien, por lo que podemos podar para favorecer el crecimiento de nuevos brotes y controlar su crecimiento. Es aconsejable recortarla al final del invierno, y si no tiene buen aspecto de nuevo al final de verano.
Es una planta muy resistente y fácil de cultivar por lo que no suele ser muy sensible a plagas ni enfermedades. Su principal enemigo es el exceso de agua, por eso es muy importante proporcionarle un drenaje excelente, ya que si el sustrato tiene retención de agua sus raíces se pudren. Regar los ejemplares recién plantados de forma regular, los ya establecidos aguantan periodos de sequía.
Se multiplica por esquejes en otoño, podemos utilizar los restos de poda del final del verano, o retrasarla hasta inicios de otoño, elegiremos trozos de tallos sanos para preparar los esquejes, desecharemos los tallos poco vigorosos o deteriorados, así como los enfermos y secos.
Prepararemos los esquejes, quitaremos al menos las hojas de la tercera parte inferior del esqueje, le practicaremos un corte oblicuo justo debajo de un nudo, para que tenga mayor superficie de contacto con la tierra y más probabilidades de enraizar, para ello también podemos utilizar hormonas enraizantes.
Plantaremos los esquejes en tierra, utilizaremos un sustrato de calidad, introduciremos al menos la tercera parte de los esquejes, si hemos utilizado hormonas, no los clavaremos directamente en el sustrato, practicaremos previamente un orificio con un palo o lápiz y luego introduciremos suavemente el esqueje apretando la tierra alrededor de el, así evitaremos que los polvos enraizantes se acumulen en la base del esqueje, sobre la tierra y provoque su pudrición.
Es aconsejable colocar las macetas con los nuevos esquejes, en sombra, sobretodo durante las tres primeras semanas, mantendremos el sustrato húmedo, despues de este tiempo podremos situarlas a sombra parcial e ir distanciando los riegos. Al cabo de unos meses ya habremos conseguido nuevas plantas.
También podemos conseguir nuevas plantas por medio de semillas, pero es un proceso más largo. Dada su resistencia y facilidad podemos utilizar la Westringia en jardines de pocos cuidados o en xerojardinería, para jardines sostenibles que no necesiten de demasiados riegos. PLANTA CON GRADO DE DIFICULTAD MUY BAJO.