Cuphea Hyssopifolia

 

Las plantas de Cuphea son plantas vivaces arbustivas, generalmente de hoja perenne, nativas de climas tropicales de América, Cuphea Hyssopifolia pertenece a la familia Lythraceae y al genero Cuphea, es nativa de México, Honduras y Guatemala. Es una planta arbustiva pequeña, no suele superar los cincuenta o sesenta centímetros de altura, aunque cultivada en el suelo del jardin puede superar los sesenta centímetros de anchura. En macetas se mantienen en dimensiones menores. Es una planta muy decorativa, se cultiva frecuentemente como planta ornamental.

 

 

Es una planta muy ramificada, con tallos delgados y largos muy numerosos, de color verde o rojizos. Las hojas son muy pequeñas y alargadas, puntiagudas, son de color verde mas o menos intenso, dependiendo de la exposición solar,crecen en pares enfrentados a lo largo de los tallos. En climas con inviernos no muy fríos, (como el clima mediterráneo o similar), las hojas son perennes, permanecen en la planta en otoño e invierno. En climas de inviernos un poco mas fríos, los arbustos pueden perder parte de sus hojas.

 

 

Las flores son muy pequeñas y muy decorativas, nacen en las axilas de las hojas, son de color lila, rosa o blanco, florecen durante largo tiempo y de forma abundante, una vez secas suelen caer solas, pero podemos eliminarlas de forma delicada. Florece en primavera y desde final de verano hasta buena parte de otoño. Si las temperaturas son moderadas, pueden florecer prácticamente durante todo el año.

 

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Necesita un lugar luminoso, pero no excesivamente soleado, sobretodo durante el verano o en situaciones de temperaturas muy altas, ya que sufren mucho con el exceso de calor. Para evitar que las plantas se estropeen, es recomendable situarlas en sombra parcial, o sol tamizado. Cerca o bajo arboles son situaciones excelentes para su cultivo. Si el clima no es muy caluroso podemos colocarlas a pleno sol.

 

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Suelo rico en nutrientes, bien drenado, antes de sembrar en el suelo del jardín, buscaremos un lugar adecuado y prepararemos el terreno. Añadiremos materia orgánica, humus, guano o algo de estiércol si lo preparamos al final del invierno o principio de primavera. Durante la floración podemos añadir algo de abono mineral especial para plantas de flor, rico en fósforo y potasio.

 

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Las Cupheas tienen un crecimiento redondeado, extendido y abierto, no son plantas muy altas, pueden alcanzar treinta o cuarenta centímetros de altura y una anchura similar, si se cultivan en macetas, en el suelo del jardin o en su habitad pueden alcanzar dimensiones mayores. Quedan perfectas cultivadas  en el suelo del jardín como borduras, ya que al ser de crecimiento redondeado muchas de sus ramas y flores llegan hasta el suelo, creando un efecto muy bonito. Ideales también en macetas redondeadas bajas.

 

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Las podemos cultivar también creando macizos y combinadas con otras plantas en el jardín. Si las cultivamos en macetas no muy grandes, es mejor evitar combinarlas con otros tipo de planta, para que no compitan entre si por los nutrientes del sustrato. En macetas grandes, grandes jardineras, o en el suelo del jardin, quedan muy atractivas si las utilizamos como bordura de pequeños arboles o ejemplares cultivados en forma de copa.

 

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Las Cupheas necesitan riegos abundantes, en especial las plantas recién trasplantadas en el jardín y las que cultivemos en macetas. Debemos tener especial atención con el agua de riego, durante el verano con temperaturas altas. El sustrato no debe secarse en exceso sobretodo si están en macetas.

 

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Si tenemos problemas con la retención de agua de nuestro jardín, debemos solucionarlos antes de la plantación. Si la tierra es demasiado arcillosa, añadiremos arena y grava. Corregiremos las pendientes inapropiadas, o simplemente no sembraremos al final de ellas, donde la acumulación de agua es excesiva y asfixiara rápidamente las raíces de la mayoría de plantas.

 

Variedad de flores rosas.

 

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Es muy importante también, que el sustrato no tenga retención de agua, si las cultivamos en macetas o jardineras. Colocaremos en el fondo de las macetas, algo de grava o piedras volcánicas para facilitar el drenaje, si colocamos platos bajo ellas, es recomendable colocar piedras, para que el agua sobrante del riego no quede en contacto con la base de la maceta.

 

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Al final de invierno recortaremos un poco los extremos de los tallos y eliminaremos aquellos que estén secos y estropeados, así conseguiremos más brotes y un mejor aspecto de la planta. Después de la floración y si los tallos han crecido mucho, es buena idea recortar un poco para mantener la forma redondeada de la planta.

 

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Las Cupheas, al tratarse de plantas originarias de climas cálidos, no son amantes de las temperaturas bajas, ya que las perjudican. Si las queremos cultivar en climas con inviernos muy fríos, deberemos proporcionarles protección durante el invierno, colocando las plantas en invernaderos o en cobertizos, en estos climas, es mejor cultivarlas en macetas, para que sea más fácil protegerlas durante el invierno. Si no, se comportaran como anuales y deberemos plantar nuevos ejemplares al año siguiente.

 

Ejemplar de flores violetas, cultivado en maceta, en floración a mediados de Diciembre.

 

A finales de invierno recortaremos un poco los extremos de los tallos y eliminaremos aquellos que estén secos y estropeados, así conseguiremos un mayor numero de brotes, una mayor floración y un aspecto mas decorativo de los ejemplares. Después de la floración y si los tallos han crecido mucho, es buena idea recortar un poco, para mantener la forma redondeada de la planta.

 

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Se reproduce fácilmente por semillas, también por esquejes de unos diez centímetros de largo. Podemos aprovechar el resto de la poda de primavera para conseguir nuevos ejemplares. Muchas plantas cultivadas en jardín se reproducen espontáneamente, sin necesidad de nuestra intervención. Es más frecuente en ejemplares adultos.

 

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La Cuphea es una planta muy resistente, no suele ser atacada por insectos, su mayor enemigo es el exceso de riego, este puede matar las finas raíces de la planta, y provocar ataques de hongos, uno de los primeros síntomas es el deterioro de algunas ramas y hojas que presentan bordes marrones y secos, dejar de regar y tratar con fungicida. GRADO DE DIFICULTAD BAJO.

 

 

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