Lentisco-Mata-Pistacea Lentiscus

 

Pistacea Lentiscus crece espontáneamente en la Europa mediterránea y Norte de África. Es un planta muy ramificada que si crece libremente puede llegar a tener el tamaño de un árbol con tronco y ramas gruesas. Sus hojas son verdes y alargadas, sus flores pequeñas y blancas, sus frutos pequeños y rojos muy apreciados por los pájaros.

 

 

 

 

El Lentisco es un planta muy resistente, sobretodo a temperaturas altas, una vez establecida puede tolerar terrenos secos y pobres, también es adecuada para jardines de costa ya que tolera la salinidad. Esta planta crece espontáneamente a lo largo de la costa mediterránea.

 

 

 

Aguanta temperaturas muy altas pero no las heladas fuertes típicas de climas de interior. Se puede utilizar como ejemplar en solitario, en grupos para la formación de setos e incluso como pequeños arboles.

 

 

El abono en esta planta no es imprescindible ya que la podemos encontrar en muy buenas condiciones en terrenos salvajes donde nadie las cuida y sobreviven bien. Pero aun así si las cultivamos en nuestro jardín o terraza, agradecerá aportes de materia orgánica o substrato enriquecido, lo que propiciara un mayor crecimiento. Es una planta muy agradecida.

 

 

 

En cuanto al riego, solo necesita riegos más continuados en ejemplares jóvenes o recién trasplantados. Los ejemplares adultos casi no necesitan riegos extras sobretodo en épocas invernales, cuando las temperaturas son muy altas agradecerán  algún riego de vez en cuando.

 

 

 

El lentisco admite muy bien la poda, la podemos practicar casi durante todo el año, evitar los meses más fríos. Con la poda de el extremo de sus tallos conseguiremos ejemplares más frondosos, con más brotes laterales lo que hará que la planta sea más atractiva.

 

 

 

También podaremos para mantener su forma en el caso de setos de ocultación o de separación y en ejemplares aislados de forma redondeada. Es una planta perfecta para rincones difíciles, jardines de poco riego, casas de segunda residencia donde no se les puede aportar mucha atención.

 

 

 

Sus flores son pequeñas y blancas no demasiado atractivas, pero dan lugar a pequeños frutos rojos agrupados en racimos que dan una belleza especial a la planta y un bonito contrasta en el jardín. El lentisco puede situarse a pleno sol o sombra parcial, su floración sera mayor en exposiciones más soleadas

 

 

 

Se reproduce fácilmente por semillas, en algunos casos sera necesario estratificarlas, para ablandar su dura cubierta y que puedan germinar, para ello las mantendremos por un tiempo a temperaturas bajas (en un cajón de la nevera por ejemplo) o las mantendremos en remojo con agua por unos días antes de sembrarlas.

 

 

 

También podemos escarificarlas, es decir practicar algunas incisiones en la dura superficie de la semilla para que esta pueda germinar.  En un jardín frecuentado por pájaros muchas veces son ellos los encargados de la plantación ya que consumen los frutos y ellos mismos se encargan mediante sus deposiciones de reproducir la planta.

 

 

 

El lentisco se ha utilizado para fabricar goma de mascar, para aromatizar licores, ya que es una planta aromática, y para fabricar barnices. También se ha utilizado en preparados para favorecer el apetito, para fortalecer dientes y encías, tiene propiedades astringentes y espectorantes…..

 

 

 

Es una planta muy rustica y resistente, muy fácil de mantener. Su mayor enemigo es el encharcamiento. No suelen atacarle plagas, ni enfermedades. GRADO DE DIFICULTAD MUY BAJA.